A veces... buscamos una gran revelación o manifestación, entendiendo que algo tan importante debe ocultarse tras una gran puerta bien custodiada y difícil de atravesar.
Olvidamos (hemos olvidado tantas cosas...) que un simple cambio de perspectiva, donde no hay resistencia ni expectativa sino entrega y reconocimiento de lo que es, habilita un acceso directo a la luz.
Un solo hilo te llevará a un exuberante tapiz. Pero... ¿como sabremos reconocerlo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario